Talaia Feminista pone en valor las alternativas feministas en un contexto de aumento de las violencias y altos niveles de sufrimiento emocional, y demanda políticas de igualdad eficaces y transformadoras.
Un total de 180 mujeres feministas y soberanistas de diferentes ámbitos se han reunido en Bilbao en el Encuentro Talaia Feminista, para profundizar en los contenidos del dossier de 2024. Se han centrado en el análisis coyuntural del año pasado, en las políticas y organismos públicos de igualdad de Euskal Herria, y en la salud mental.
El 1 de febrero de 2025, el Encuentro Talaia Feminista reunió en Bilbao, a unas 180 mujeres feministas y soberanistas en la Facultad de Empresariales y Económicas de Sarriko de la UPV/EHU, donde han analizado los contenidos del dossier de 2024: la coyuntura del año pasado, las políticas y organismos públicos de igualdad de Euskal Herria y la salud mental.
Han identificado las luces y las sombras de cada ámbito, junto con los respectivos retos. Con el objetivo de incitar a la transformación en todos ellos, consideran imprescindible el desarrollo de una mirada y una práctica feminista integral, el impulso de apuestas políticas y la disposición de medios públicos, y la profundización en la soberanía de Euskal Herria. Ahora, van a dar inicio a un periodo de divulgación e interpelación con el objetivo de incidir en la transición feminista en Euskal Herria. Para ello, compartirán sus conclusiones tanto con las instituciones públicas como con agentes políticos y sociales de Euskal Herria, para que sean sujetos activos en esta transición.
Las componentes del grupo promotor han presentado los contenidos del dossier del año 2024 en dos mesas redondas. En la primera de ellas, se han centrado en el análisis de la coyuntura, y lo tienen muy claro: “Se ha constatado un aumento de la violencia, recurriendo a las formas más explícitas y descaradas, y utilizando nuevas tipologías de violencia implícita y simbólica”. Durante su análisis de la coyuntura han puesto el foco en cuatro ejes: la violencia machista, el territorio, las guerras y conflictos armados, y la extrema derecha. Han identificado los riesgos y las oportunidades de cada uno de los ejes.
En el caso de la violencia machista, en las conclusiones del dossier se recoge que la impunidad ha aumentado, lo que puede provocar una sensación de inseguridad; y que la capacidad de movilización del movimiento feminista es mayor que nunca. Con respecto al territorio, han denunciado la violencia territorial, y han identificado que hay una necesidad de debatir de forma democrática y planificada cómo hacer frente a la crisis ecosocial. También han subrayado la lucha por una soberanía ecofeminista que reconecte la tierra, la vida y los cuerpos. A la hora de analizar las guerras y los conflictos armados, han destacado su crecimiento global, y el de los discursos militaristas. Ante todo ello, consideran imprescindible retomar tanto la tradición feminista de movilización antimilitarista en Euskal Herria.
En el caso de la extrema derecha, han sacado a relucir su avance generalizado en Europa, más allá de las elecciones. Ante lo cual, han subrayado que es de suma importancia preservar la arquitectura sociopolítica que tenemos en Euskal Herria. Con todo, ante este aumento de la violencia en estos cuatro ámbitos, consideran indispensable reforzar y acumular las respuestas y las resistencias existentes, para, entre otras cosas, denunciar la impunidad y erradicar la sensación de inseguridad, y para politizar la violencia. Todo ello tomando como eje Euskal Herria, el feminismo y sus genealogías y saberes.
Políticas y organismos públicos de igualdad
En la segunda mesa redonda se han abordado las políticas y estructuras públicas de igualdad de Euskal Herria, así como la salud mental. Respecto al primer tema, han visto claramente que en Euskal Herria existen grandes diferencias entre las distintas realidades administrativas, bien entre un Estado y otro, bien localmente. En Hego Euskal Herria, se empezaron a crear las estructuras en las décadas de 1980 y 1990 (en Ipar Euskal Herria, en cambio, no existe actualmente ninguna estructura o sección específica), y se aprobaron las primeras leyes en el siglo XXI. Aunque se hayan creado las leyes, falta compromiso político y faltan recursos para desarrollarlas, señala el dossier. En cuanto a los institutos de igualdad (entre los que se encuentran Emakunde e INAI), también señalan la necesidad de explorar vías para reforzar su capacidad de incidencia.
Según Talaia Feminista, el movimiento feminista tiene capacidad para colocar temas en la agenda de las políticas de igualdad, pero luego enfrenta dificultades para hacer seguimiento de cómo evolucionan estas políticas. Destacan cómo, a partir de la década de los años 90, muchas feministas se convirtieron en técnicas. Pero, al mismo tiempo, dentro el movimiento feminista, en general, se extendió la desconfianza. Ante ello, consideran que hay que reforzar las relaciones y que es responsabilidad de las instituciones escuchar y hacer partícipe al feminismo y al movimiento feminista.
Además del análisis, Talaia ha planteado tres propuestas concretas: el impulso de la estrategia dual (es decir, la combinación de políticas específicas de igualdad con la estrategia de la transversalidad); la elaboración de un repositorio que recoja las estrategias y medios públicos creados en Euskal Herria (un marco para poder aunar y compartir todas las políticas, y para promover la corresponsabilidad); y la creación de un observatorio autónomo de las políticas de igualdad que refuerce el papel y la interlocución del feminismo y de las agentes feministas, basado en un enfoque global de Euskal Herria y que incluya entre sus objetivos la supervisión, la medición del impacto y hacer aportaciones.
Salud mental
A la hora de abordar la salud mental, destacan que “somos el síntoma de un mundo dañado; que enfermamos y sufrimos al mismo tiempo”, y subrayan el evidente impacto que tiene en las mujeres. Argumentan que los datos apuntan a un grave problema social, pero al mismo tiempo demuestran que la solución no funciona. Así, consideran necesario sacar la salud mental de la invisibilidad, pero no patologizándola, haciendo una división entre la mente y el cuerpo, o impulsando un modelo biologicista, sino analizando los factores del sufrimiento, prestando atención a las causas sociales y al eje de género, y, frente al enfoque individualista, poniendo lo colectivo en el centro.
Tras esta situación, han identificado diversos factores relacionados con el fracaso del sistema, como la precariedad material, la tensión entre las expectativas construidas y la realidad, el aislamiento que debilita el sentimiento comunitario, y la violencia machista oculta tras el silencio. Ante esta situación, invocan a combatir la falta de conocimiento sobre la salud mental y a alimentar la esperanza de forma colectiva. Al mismo tiempo, también consideran imprescindible un cambio profundo en la perspectiva de la salud, junto con el fortalecimiento del sistema público. También han hecho un llamamiento al feminismo para, entre otras cosas, abordar los vínculos entre la salud mental y el cuidado, y profundizar en la relación entre la salud mental y la violencia. Y, al ser un problema estructural, han definido como horizontes la soberanía sobre la salud y la auto-responsabilidad sobre la salud.
Tras intensas mesas redondas, las docenas de mujeres feministas y soberanistas reunidas en Bilbao se han agrupado en diferentes grupos de trabajo y han reflexionado en torno a los tres ejes. Las aportaciones recogidas en cada uno los grupos servirán para enriquecer el dossier de 2024, y han puesto punto y final al Encuentro Talaia Feminista 2025 compartiendo dichas aportaciones en el plenario. El camino colectivo emprendido para incidir en la transición feminista de Euskal Herria ha cumplido ya un recorrido de dos años, y afronta ahora un periodo de interpelación para seguir avanzando en ese camino, con fuerza e ilusión.